El aguacero los ha mojado, el delgado ha comprobado las areolas y el delgado confía en que un tornillo se calme. Después de quitarse la ropa, la delgada tiene frío, le ofrece su túnica, pero con ella dentro, se zambulle en su falda y se calienta inmediatamente. Los besos comienzan, las manos van por todas partes, una profunda caricia sensual